El viaje que hacemos todos los días es el más interesante de todos y despegamos y aterrizamos a veces sin planeación, solamente caemos donde sea y nos lanzamos al viaje sin destino previsto y el para que vaya ahí.
Me surge esta idea porque justo que estamos en verano, para algunos o la mayoría son vacaciones, tiempo de descanso, de reflexión, para algunos otros es época de planificación, sobre todo etapas muy importantes en su vida, como puede ser un cambio de trabajo, seleccionar una carrera profesional, el colegio de los hijos, algunas propuestas de matrimonio, otros que se van a casar, es época de muchos cambios, la alta temperatura nos hace ponernos más activos, en la naturaleza del cuerpo se desdoblan las células, se ponen efervescentes, los niños y las plantas crecen, hay muchos cambios y todos suceden cada 24 horas, despegamos y aterrizamos con un resultado.
Y lo relaciono con un viaje, primero porque me encanta viajar y segundo porque justo así me siento cada que voy a arrancar mi día, ¿qué tengo que empacar este día?, ¿qué tengo que hacer, que es lo que planifiqué para hoy, una lista de tareas por hacer, pero lo más importante que he aprendido a lo largo de mi viaje de vida, es para qué? Cuál es el propósito de hacer cada actividad de mi larga lista de “pendientes” y les llamamos pendientes porque no se han hecho, están esperando ser ejecutados y cuando pensamos en eso, podemos dar un nuevo sentido a tantas actividades que nos empacamos a la maleta del día, que realmente no son necesarias y aun así nos llenamos de ellas y de eso te quiero platicar.
Iba con mis hijos ahora en un reciente viaje que hicimos y como buenos turistas decidimos caminar a todos lados para conocer y ver mejor la ciudad, perdernos de los menos detalles posibles, además el clima se prestaba perfectamente para disfrutar del sol y del día, yo dirigiendo el rumbo con mi mapa en el celular y tratando de no perderme tanto, mis hijos me cuestionan; ¿a dónde vamos?, porque vamos para allá? ¿Qué quieres ver ahí? esa fue una pregunta que me hizo pensar, porque me dije a mi misma, yo estoy dirigiendo el viaje a mi gusto y pensando en lo que debo y tengo que enseñarles a ellos, ¿pero qué tal si también me pregunto qué es lo que ellos quieren ver? ¿A dónde quieren ir? ¿Por qué?… Todos tenemos el mismo viaje diario llamado vida, pero no todos vamos al mismo lado, ni con el mismo propósito, ni los mismos intereses y aunque seamos mamá e hijos también hay cosas que ellos me pueden enseñar y yo dejarme guiar, aunque me pierda de mi ruta, puedo volver a ella en otro momento y así es con las actividades de mi vida diaria, si en alguna ocasión me salgo de ruta, de la lista de tareas y pendientes, puedo estar tranquila porque sé con claridad que puedo volver a ella en otro momento, y aunque no nos meteremos en detalle sobre lo prioritario y urgente, más bien quiero atender sobre el propósito que planteamos cada quien para nuestro viaje diario.
Seguimos el viaje y me pregunta mi hija, ¿dónde queda el norte?; y le contesto sin pensar, -“enfrente”, ella me responde, ¿enfrente de qué o de quién?… mi reacción iba a ser de dame el celular yo veo el mapa, pero vuelvo a lo mismo, yo no sé todas las respuestas y me debo dejar guiar, mi forma de seguir la ruta, no es la misma forma que tendrá ella de seguirla, ella muy segura, quería guiarse por los puntos cardinales, mientras yo me iba guiando por lo que estaba marcado en el mapa, tiendas, restaurantes, nombres de calles, íbamos a donde mismo pero con métodos diferentes de llegar y era muy válido, todos tenemos una forma de guiarnos a un cierto destino. Entonces al buscar el norte que es para donde debíamos caminar, me doy cuenta de que todo tiene su norte, yo, la ciudad, el restaurante, la tienda, el norte no es el mismo para todo.
Si bien, los cuatro puntos cardinales (norte, sur, este, oeste) son los mismos para todos los lugares en la Tierra. Estos puntos se basan en la orientación del planeta con respecto a su eje de rotación y al campo magnético terrestre. Sin embargo, la forma en que los puntos cardinales se relacionan con el entorno puede variar dependiendo de la ubicación y la orientación local. Por ejemplo, lo que es “norte” en un lugar, es “norte” en todos los demás lugares, pero el camino hacia el norte puede ser diferente según la geografía local.
Y comento esto, porque en mi proceso de reflexionar sobre las maletas que hacemos todos los días para el viaje de la vida, no llevan lo mismo ninguna de otra, depende mucho de a donde va cada uno y el a donde vamos se va a determinar de los 4 puntos cardinales de la vida:
1. Propósito diario
2. ¿Para qué lo hacemos?
3. ¿Como lo vamos a hacer?
4. ¿Y cuándo?
“Si no sabes a donde ir, todos los destinos serán buenos”, es muy importante tener claro el propósito de vida para darle un sentido a lo que hacemos, cualquier destino será bueno si tienes claro para que vas a ir ahí, para que quieres alcanzar esa meta o tarea, para que quieres cumplir con ese pendiente, que lo hace verdaderamente importante y prioritario, el respondernos para que lo hacemos, nos va a ayudar a tener un día productivo que nos acerque a nuestro propósito.
Propósito de Vida
El propósito de vida es la brújula que guía nuestras acciones y decisiones. Es una combinación de nuestras pasiones, valores y la contribución que deseamos hacer al mundo. Tener un propósito claro nos proporciona dirección y significado, ayudándonos a vivir una vida plena y satisfactoria.
¿Para qué lo hacemos?
Hacemos esto para encontrar satisfacción y realización personal, y para dejar una huella positiva en el mundo. Tener un propósito de vida nos motiva a superar obstáculos, a mantenernos enfocados y a vivir con una intención clara. Nos da una razón para levantarnos cada mañana y nos ayuda a alinear nuestras acciones con nuestros valores más profundos.
¿Cómo lo vamos a hacer?
Autoconocimiento: Dedicar tiempo a reflexionar sobre nuestras pasiones, habilidades y valores. Identificar lo que realmente nos hace felices y lo que consideramos importante en la vida.
Establecimiento de Metas: Definir metas claras y alcanzables que nos acerquen a nuestro propósito. Estas metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado (SMART).
Planificación y Acción: Crear un plan de acción detallado que nos guíe en cada paso hacia nuestras metas. Esto incluye identificar recursos, buscar apoyo y estar dispuestos a adaptarnos según sea necesario.
Persistencia y Adaptabilidad: Mantenernos comprometidos con nuestro propósito a pesar de los desafíos y fracasos. Ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias cambiantes sin perder de vista nuestro objetivo final.
¿Cuándo?
El momento ideal para comenzar es ahora. No hay un momento perfecto para empezar a trabajar en nuestro propósito de vida, y esperar solo puede retrasar nuestra realización personal. Sin embargo, es importante recordar que descubrir y alcanzar nuestro propósito es un proceso continuo. A lo largo de la vida, podemos redefinir y ajustar nuestro propósito a medida que crecemos y evolucionamos. Lo importante es tomar el primer paso y seguir avanzando con determinación y paciencia.
Empacar una "maleta" para la vida diaria es una metáfora útil para recordar lo esencial que necesitamos para enfrentar nuestros días con éxito y bienestar. Si realmente tuviéramos que salir con una maleta de vida todos los días, saliéramos muy ligeros, no llevaríamos carga extra, ni nada que no sea realmente útil para terminar el día con éxito.
Aquí hay una lista de elementos importantes a considerar para llevar en nuestra maleta para la vida diaria:
1. Actitud Positiva
Optimismo: Ayuda a enfrentar los desafíos con una mentalidad abierta y esperanzadora.
Resiliencia: Capacidad para recuperarse de los contratiempos y seguir adelante.
2. Salud Mental y Emocional
Mindfulness: Practicar la atención plena para estar presente en el momento.
Gratitud: Recordar y agradecer las cosas buenas que tenemos en nuestra vida.
3. Salud Física
Ejercicio Regular: Mantener el cuerpo activo y en forma.
Alimentación Saludable: Comer una dieta equilibrada para mantener la energía y la salud.
4. Relaciones
Amistades y Familia: Mantener conexiones significativas y de apoyo.
Empatía: Comprender y compartir los sentimientos de los demás.
5. Conocimiento y Habilidades
Educación Continua: Estar siempre dispuesto a aprender cosas nuevas.
Habilidades Prácticas: Competencias útiles para la vida diaria, como la gestión del tiempo y la resolución de problemas.
“No soy más inteligente por tener mucho conocimiento, soy más inteligente por saber que hacer con esa información, ponerla al servicio de los demás y sacar el máximo provecho.”
6. Propósito y Metas
Objetivos Claros: Tener metas a corto y largo plazo para mantenernos enfocados y motivados. La motivación llega cuando empezamos a sentir y ver los resultados, no antes, no desistas.
Sentido de Propósito: Entender nuestro "por qué" y permitir que guíe nuestras acciones.
7. Recursos Materiales
Herramientas de Trabajo: Todo lo necesario para ser productivo en nuestras tareas diarias.
Documentos Importantes: Mantener documentos esenciales organizados y accesibles. Hay que revisar cuantos cajones tenemos llenos de “nada”.
8. Creatividad y Pasatiempos
Actividades Recreativas: Incluir tiempo para hobbies y actividades que nos gusten, que nos diviertan, no necesito ser buena en todo, necesito hacer algo que me haga sentir mejor.
Creatividad: Permitirnos expresarnos y pensar fuera de lo común.
9. Espiritualidad y Reflexión
Meditación u Oración: Practicar actividades que nos conecten con nuestra espiritualidad o nos permitan reflexionar.
Tiempo para Reflexión: Espacios para pensar en nuestras acciones y decisiones. A mí me ha encantado la actividad de escribir, siento que reflexiono dos veces.
10. Flexibilidad y Adaptabilidad
Apertura al Cambio: Estar dispuesto a adaptarse a nuevas circunstancias y oportunidades.
Mentalidad de Crecimiento: Ver los desafíos como oportunidades para aprender y crecer. Nos somos seres terminados, estamos en constante transformación y en la búsqueda, acércate a procesos de aprendizaje que te acerquen cada vez más a tu propósito de vida.
Empacar nuestra "maleta" con estos elementos nos prepara para enfrentar cada día con una base sólida y un enfoque equilibrado.
La mejor de un viaje, es lo que vivimos, vemos y sentimos están allá, así te invito a ver la vida, sales por la mañana y regresas de ese viaje por la noche, ¿cómo?, pleno, feliz, con más experiencias, con fotos increíbles, con el paladar satisfecho, lleno de vida.
Ya sabes, empaca ligero, disfruta del viaje, observa el mundo con la mejor versión de ti y mándame la mejor foto.
Cecy Gutiérrez Arce
Coach Ontológico
IG: @cecy_gutierrez_arce
In: Cecy Gutiérrez Arce
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