Delegar es de las actividades clave más importantes para el desarrollo de los equipos y, por ende, para el crecimiento de las empresas en las que trabajan. Sin embargo, cuando tratamos de ponerlas en práctica, muchas veces nos resulta muy complicado. La mayoría de ellas es porque compramos la idea de que para lograrlo lo único que necesitamos es confiar en quien vamos a delegar alguna actividad. Entonces, lo que hacemos es enfocarnos en desarrollar esa confianza en la otra persona, pero con el tiempo descubrimos que no obtenemos resultados y nos damos cuenta que estamos justo donde empezamos. El problema radica en que hay mucho más que considerar que la confianza para hacerlo bien.
Te voy a compartir consideraciones importantes sobre cómo identificar lo que puedes delegar y la manera de hacerlo de forma exitosa.
La idea de delegar es compartir la carga de trabajo con alguien más para llegar a un objetivo en común de manera eficiente. Por ello es fundamental clarificar el objetivo y las metas esperadas. Una vez teniendo esto claro, tendremos que identificar las actividades que podemos destinar a otra persona. Para hacerlo responde las siguientes preguntas:
¿Qué me gusta hacer?
¿Qué soy buena haciendo?
¿Qué necesito hacer yo (y nadie más)?
¿Qué puede hacer alguien más (y probablemente mejor)?
Lo que te guste y en lo que seas buena, hazlo tú. Fluirás con esas actividades, las disfrutarás y, probablemente, serás la mejor persona para desempeñarlas. Hay cosas que nos corresponden por puesto de trabajo y no tenemos escapatoria, tenemos que hacerlas también. Al final, todo lo que no nos guste y lo que sepamos que hay gente en el equipo que lo puede hacer mejor que tú, debes delegarlo.
Una vez que identificaste las actividades a delegar, es de gran utilidad considerar los siguientes puntos para hacerlo con mejores resultados:
Define, junto con tu equipo, el objetivo a lograr y deja claro que la meta es común.
Capacita a las personas y bríndales la información necesaria para realizar la tarea en cuestión. Evidentemente, cuando estamos en el punto de delegar, es porque tenemos una saturación de actividades, pero destinar el tiempo para enseñar la forma en la que esperamos que se cumpla una tarea será algo que nos ahorrará tiempo (y problemas) en el futuro.
Da el seguimiento necesario en diferentes puntos de la tarea. Si esperamos a que la concluyan para evaluar no tendremos el tiempo necesario para recalcular, pero, si desde un inicio marcamos puntos de check in podremos evitar un problema grande a tiempo y daremos el espacio necesario para corregir antes de que sea demasiado tarde.
Plantea un canal de comunicación abierta y de confianza para que tu equipo se pueda acercar cuando tenga alguna duda y/o comentario y puedan trabajarlo en conjunto
Si sigues estos consejos te darás cuenta de que delegar nunca ha sido tan fácil.
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